…El paisaje de la mente,
está compuesto por la cantidad de bits
que se ha procesado a través del conocimiento interno * externo,.
donde la ley actual habla de cantidad, mientras la calidad yace en el fondo, por falta de ese conocimiento, donde no roza la delicadeza del idioma,
de la percepción de la belleza intrínseca , ese hilo que a través del tiempo se conforma en la
textura más fuerte.
“el mejor ejemplo es el gusano que nace en la Morera” especialmente
en la blanca, elaborando de a hilos
la seda natural…
El mundo tiende a sobrevivir
falsamente ya que la naturaleza realza cada detalle. Y este pasa de largo frente a la cantidad asumiendo
* percibiendo lo fácil, desconociendo por comodidad la complejidad la delicadeza y detenimiento del creador..
Una flor es una demostración del refinamiento
universal, Ante un
pétalo, una antera y el polen como sustancia
para beber pureza y brillo en las arcas de la infinitud que expela el aire….
las abejas han comprendido tal idioma y
los traducen con su labor en alimento…
el que la gente común
no comprende por autodeterminación la
que le es más fácil implantar a los que
mandan creyéndose ávidos y tal vez lo
sean frente a esta raza en crecimiento, dándole prioridad a ese algo de consumo masivo… ante la delicada
e importante expresión, en el vocabulario, el espíritu y la materia, por ahora y frente a ellos en decadencia..
En el mundo común,
la sensibilidad de la belleza no existe..
Dar por muerto lo esencial, me parece terrible…M.V.G.
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