Sin esperar cambios más
que el propio cambio del pensamiento la asunción
de lo verdadero, la finalidad del juego sucio, la apertura de, él bien por el
bien mismo, la infinitud guardada desde el principio donde solo la luz
era y es, el albergue de la mente y sus
actos.
Todos los dioses en
uno, todas las sensaciones en una, todas las sabidurías en una, la paz el
viento, el cielo limpio, el amor, la armonía, la dulzura en las palabras habladas
y hechas realidad los colores firmes sin desteñir el hacer, para que sea siempre, el hablar desde la armonía del alma, el sentir
desde el máximo y creativo sueño como algo que se revela ante otro algo que también
se revela en mas vibraciones para jamás terminar, uno más bello que el otro y todos en un
intercambio de infinitudes de sensaciones, de satisfacciones, la única dualidad el Amor un hombre y una
mujer,
El único e ininterrumpido sueño de ahora y siempre, la única e
ininterrumpida vida aunque hayamos olvidado que la infinitud era la constante mental
y física, el alma rediseñándose junto al cuerpo, conciencia, amor, todos los mundos en uno, todos los universos entrelazados,
Olvidamos tantas cosas que habrá que rediseñar la forma de
crear para que desde una palabra podamos encontrar las demás, ilimitadas
conciencias que desean recuperarse a través de la única verdad la que
albergamos en cada acto espontaneo al decir* hacer sin pensar actuando desde la
parte más pura el propio discernimiento de la paz. M.V.G.