sábado, 14 de diciembre de 2013

Espirales, Infinitos…



 (Parte 1)
Dos formas,  de encarar la sabiduría.
El espiral hacia adentro reconstruye con más fuerza,  lo existente.
Lo aprendido.
Aferrándose en el conocimiento del  pasado,  antepasado.
Urgido, en  saber, enfatizando,   lo materialmente existente, solo habrá sido dicho,  por autores a los que se les tiene,  una fe, inmediatamente transferible,
 Conmoviéndolo una y otra vez, donde no puede hallar otra forma más perfecta, 
 La que el mismo,  supera enfervorizado de placer al,  henderse en ella,
 Haciendo, una institución permeable y comprensible ya que él,  forma sobre la forma,  que se ha desparramado como concepto y,  habrá entrado en los espacios que ocupa la vida toda,
 Para reabsorberse tantas veces, hasta llegar a ser la misma vez, crecida,  en  otro espacio,  con más grados en puntuación y conceptos,  de lo que despide el hermanamiento esbozado, a través, de la palabra emitida, o, escrita.
Entonces la acrecienta con valor, para que renazca tantas veces como sea necesaria, legándola como la única verdad,
El punto del que no se puede salir ya que el espiral,  no se transforma en el camino,  sino que,  va a,  un lugar,  el lugar,  es el punto de partida,  de la primera   letra, el primer, sonar, de todo lo vivido en  la propia existencia.
Es muy importante claro!
Porque en realidad desde allí,  con el conocimiento transitado, solo queda apoderarse de ese tiempo y espacio,  sin transgredir las  reglas en que se basa, o,  saltar hacia afuera,  en una carrera de ímpetus extraordinarios. Hacia  El enlace del final y, o,  principio  del futuro..
 
 
 
El espiral hacia fuera semi directo,
 Al contener esencialidades del   comienzo  intuitivo y, o,  comprobado,  en un tiempo  de iniciación constante,  expandiéndose.
   En  el trabajo de la creación,  camino a creaciones devenidas…
Lo,  por comprender
Lo,  por experimentar
Abriéndose a,  todos los momentos que pueda surgir  el núcleo o emanación,   víspera a la nueva pronunciación de la creación,
 

Auto restableciéndose   al anterior,  exponiendo  un  nuevo concepto, dando más valor cada vez…


La fuerza que identifica el poder de la acción y el conocimiento extraordinario de la expansión,  sobre las  gradas de  la satisfacción encontrada.
 Formando  ecos acumulables y  expandiéndose   ad infinitum, la captación, o, la reforma de un estado, material y espiritual.
Los ecos,  se extienden  y logran entrar a todas las posibilidades que representa la libertad,  vista desde la virtud.
Por lo general   la existencia  cuando es contada desde cinco generaciones hacia atrás, está atrapada  en un vicioso,  vacío, entre conceptos erróneos y, o,  disfuncionales,
  Cada vez, que uno,  entra a la siguiente fase, jamás desea volver, es el camino sin haber pisado jamás,  habiéndolo  transitado, una vez comprendido.
 
Es  la ecuación máxima del sentimiento,  con la acción entremezclada,  del sentir  maravillado y,  en creciente,  donde lo semejante de toda la vida creándose,   brilla a plenitud.
 
Las puntas del espiral  libertadas, a continuar,  desde la base que hemos captado,  al,    traductor del pasado.
Ligado en frecuencias inestables que desean entrar a la acción interminable y expandirse en bien.
Donde, el filtro que hemos descubierto encaja con nuestro estado de evolución,
 Limando las asperezas del pasado, en relación al presente,
La balanza en superposición de, ascenso, que entra en los sentidos, hasta tocar de la misma punta, la que ha sobrevolado el afuera, captando otra alternativa, en la dimensión de la búsqueda de la unidad.
Ambas son reconocidas en el momento presente, siempre que estén en una frecuencia definida, todo lleva un proceso, que se mide de acuerdo a la evolución que ha dado la investigación inconsciente, para, pasar a la revelación presente... María Verónica García
 

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